En nuestro segundo día en Bath vimos lo que a mí me pareció lo mejor de Bath, aunque no fue lo más importante.
Amanecimos en nuestro precioso hotel de Bath, después del recorrido por el centro que conté en el post anterior.
El hotel era muy bonito, aunque estaba muy poco cuidado por dentro, lo que le quitaba encanto.
Pero nuestras habitaciones estaban genial.
Nos despertamos con la típica sensación de las películas inglesas en la campiña, los cristales estaban empañados y el campo se veía helado a través de los cristales.
Armario en nuestra habitación del hotel de Bath.
NUESTRO HOTEL
Reservamos habitaciones en el Best Western de Bath, el Limpley Stoke.
Está en el campo, fuera de Bath, pero no nos importaba porque los hoteles que habíamos visto en el centro no tenían aparcamiento y éste sí.
Además, fue una gozada amanecer en el campo inglés.
Como he dicho, no estaba muy cuidado por dentro, pero las habitaciones eran enormes y muy bonitas, y las camas buenísimas.
Mi desayuno inglés.
EL DESAYUNO
El desayuno estaba incluido en el precio, así que después de disfrutar un poco de nuestras habitaciones, despertándonos poco a poco, y de una ducha un poco accidentada (los baños ingleses son un poco difíciles) bajamos a desayunar.
Había desayuno inglés, todo puesto en sus cuencos: champiñones, salchichas, tomates fritos, bacon, baked beans, que son judías con tomate, y hash brown.
Yo no soy muy de desayuno inglés, pero me animé y me alegré, porque estaba muy rico.
La sala donde estaban las mesas del desayuno era toda acristalada, así que la luz para desayunar era una gozada.
Cristalera en la que desayunamos.
ORGANIZANDO NUESTRO DÍA
Decidimos volver a Bath entrando de nuevo por London Road, porque el día anterior vimos unos anticuarios muy chulos.
Y luego queríamos ver Royal Crescent, porque habíamos visto en internet que era muy bonito.
Así que, después de desayunar y organizar nuestro día, volvimos a las habitaciones, cogimos nuestras maletas, pagamos y nos metimos en el coche.
Ovejas camino de Bath.
DE CAMINO A BATH
El día anterior no pudimos ver el camino, porque era de noche, así que por la mañana fue una sorpresa ver lo bonito que era.
Vimos casas ideales, algunas con el tejado de pajizo y montones de ovejas, esto me encanta del campo inglés.
Así que disfrutando del paseo en coche llegamos a London Road, la calle por la que queríamos entrar en Bath.
Uno de los anticuarios de London Rd.
ANTICUARIOS EN LONDON ROAD
Como ya he dicho, el día anterior vimos estos anticuarios de lejos y nos encantaron.
La pena es que era muy pronto y algunos estaban cerrados, porque abrían a las once de la mañana.
Pero vimos algunos y tenían cosas ideales.
Una de las tiendas de London Road que vimos por el cristal.
Los que estaban cerrados los vimos por el escaparate y merecían la pena.
Decidimos ir andando a la zona de Royal Crescent, que estaba muy cerca.
Todo el camino es muy bonito.
Tejados de Bath por el camino.
LA ZONA
Me encantó la zona, aunque tenía casas totalmente decrépitas, son unas calles muy fotogénicas.
Me encantó hacer fotos aquí porque los edificios eran ideales.
Si te gusta la fotografía anímate, te lo vas a pasar fenomenal, como yo.
Andando de London Road a The Royal Crescent.
ANDANDO A THE ROYAL CRESCENT
Toda esta zona, aunque sigue teniendo las casas hechas con piedra de Bath, es diferente al centro.
No sé porqué, pero resulta más elegante.
Había gente, porque el Royal Crescent es uno de los puntos turísticos de Bath, pero gran parte del camino la hicimos solos.
Casas en The Circle.
THE CIRCUS
Y mientras andábamos, nos encontramos The Circus, que está antes de Royal Crescent y merece la pena verlo.
Es una rotonda de césped y alrededor de la rotonda hay edificios preciosos y súper elegates.
Es un aperitivo de lo que va a ser Royal Crescent, porque los edificios tienen su fachada en círculo, como Royal Crescent.
The foodie buggle, en Margaret’s Street.
THE FOODIE BUGLE
7 Margaret’s Buildings
Bath BA1 2LP
www.thefoodiebugleshop.com
Cuando vas de The Circle a Royal Crescent por Brock Street (es la única calle por la que se puede ir) hay una calle peatonal que va hacia la derecha, se llama Margaret’s Buildings.
Es un callejón precioso, con sitios muy chulos y alguna terraza.
Pero el sitio más ideal de todos es The Foodie Bugle, es de lo mejor de Bath.
Tiene una terraza monísima y un café precioso, lo mejor es la parte de abajo.
En la parte de abajo tiene montones de cosas para la casa elegidas con mucho gusto.
Puedes estar horas, sin exagerar.
The Royal Crescent desde la explanada de césped.
ROYAL CRESCENT
Conseguimos salir de la tienda y fuimos a Royal Crescent, que es muy bonito.
Es un edificio espectacular de grande y que toda su fachada hace curva.
Es muy chulo porque tiene una explanada enorme de cesped, lo que le da mucha perspectiva.
Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura georgiana en el Reino Unido.
El número 25 de Royal Crescent.
25 ROYAL CRESCENT
En uno de los extremos de la hilera de edificios que hay en Royal Crescent, exactamente, en el número 25, hay una casa que se puede visitar.
Entrando por la puerta principal a la derecha hay una habitación en la que te puedes sentar en una de las sillas y ver un vídeo en el que te explican cómo funcionaba una de esas casa en la época en la que se inauguraron.
Es muy curioso y, aunque es en inglés, se entiende bien.
Y aquí acabó nuestra visita a Bath, te lo recomiendo.
Me encantó Bath, es un sitio monumental y con un aire muy romántico tal y como se ve en tus fotos. Lástima que solo estuviese allí una tarde. Disfrútalo!
Oh, sorry ! Sorry!
Ya veo el post Bath II !!
Chulisimo!
Ya me extrañaba a mi!!