La casa de Händel en Londres, 25 Brook St

11 septiembre, 2017

Dibujo Casa Handel en Londres

El músico Händel, aunque era alemán, vivió durante muchos años en Londres e incluso tuvo nacionalidad inglesa.

Su casa de Londres, que está en el maravilloso barrio de Mayfair, se encuentra en el 25 de Brook Street.

Esta casa es famosa en Londres porque aquí Händel compuso su Mesias, y dentro de El Mesias está el impresionante Aleluya.

Pero no es una historia cualquiera, es una historia alucinante y más alucinante todavía es ponerse a mirar la fachada de esta casa y saber todo lo que se vivió dentro.

Stefan Zweig, cuenta la historia de maravilla en su Momentos estelares de la Humanidad, pero yo te la voy a contar aquí más resumidamente:

«Aunque esta casa de Brook St parezca tranquila, en realidad, no lo fue. Los vecinos la consideraban una casa de locos, ya que sonaba música a todas horas, incluso por la noche.

Handel estaba atravesando un momento malísimo porque sus últimas obras habían sido un fracaso económico importante.

Había invertido £100.000 de la época, todo su dinero, y le perseguían los acreedores. Tenía 52 años.

Un día cayó al suelo, su criado, aterrado, fue corriendo a Fleet Street a por el médico.

Cuando éste llegó a casa y vio a Händel le hizo una sangría, el músico despertó un poco y dijo: «Ya no puedo más, estoy sin fuerzas»

Pero no era así, le quedaba la época más alucinante de su vida.

Händel había sufrido una apoplejía, tenía todo el lado derecho paralizado.

El médico dijo que salvo que ocurriera un milagro no podría volver a tocar el piano nunca.

Pero lo que no sabía el médico entonces, es que Hándel todavía tenía que componer el Mesías.

Durante cuatro meses, el gran músico vivió sin moverse y sin música, la única música que escuchó fue la que sus amigos músicos fueron a tocarle.

Entonces, su médico recomendó que le llevaran a los baños de Aquisgrán.

Y allí se fue.

Los médicos de Aquisgrán le dijeron que no podía pasar más de tres horas en las aguas. Pero a él le daba igual lo que dijeran los médicos y pasaba nueve horas diarias metido en el agua.

Aunque Händel en ese momento parecía que estaba muerto, por dentro tenía una potencia increíble y muchísimas ganas de vivir y componer.

Händel se recuperó y cuando volvió a Londres su médico se quedó alucinado al verle.

Volvió a su casa de Brook Street, donde compuso tres óperas, los oratorios Saúl e Isarael y L’Allegro.

Entonces pasó una época con una crisis económica terrible y se sintió vencido por primera vez en la vida.

En estos días, Händel se dedicó a dar vueltas por Londres de noche, y volvía a casa muy tarde, por miedo a los acreedores. A veces se asomaba al Támesis con ganas de tirarse.

El 21 de agosto de 1741 hacía un calor terrible en Londres y Händel se fue a Green Park, a descansar debajo de los árboles.

Volvió a casa por Pall Mall y St. James St que son dos calles preciosas de Londres.

Cuando llegó a casa vio un paquete que le habían enviado. Era de Jensen, un poeta que ya había escrito cosas para él.

Le pedía que por favor escribiera una música para ese texto que le enviaba.

Al principio Händel creía que Jensen se estaba riendo de él, porque se veía a sí mismo como un músico acabado.

Creía tanto que se estaba riendo de él que tiró el escrito al suelo y lo pisoteó enfadado.

Pero de repente se puso nervioso, cogió el paquete del suelo, lo miró y vio que ponía El Mesías.

Empezó a leerlo y con cada línea se sentía identificado, hasta tal punto que se quedó sin respiración.

Pensaba que Dios le había dado la palabra y cuando leyó «Aleluya, aleluya, aleluya» se le saltaton las lágrimas.

Todo lo que leía le oprimía, empezó a escribir con devoción y muy rápidamente.

Durante tres semanas, Händel compuso sin parar en su mesa de Brook St y nadie se atrevió a molestarle en todo ese tiempo, ya que gruñía cada vez que se le acercaban.

Durante esas semanas Händel apenas comió, sólo trabajaba con devoción y cada vez que se levantaba de la mesa era para cantar y seguir el ritmo.

En tres semanas El Mesías estaba escrito, todavía nadie se lo explica.

Puso el último «amen» de la obra y cayó rendido en la cama. Durmió tantas horas que el criado creyó que estaba muerto y volvió a por el médico.

Cuando el médico llegó a la casa se quedó alucinado, ya que se encontró al enorme Händel sentado ante una mesa llena de comida.

Se había tomado varias pintas de cerveza y empezó a reírse como nunca antes se había reído.

Entonces, el músico se sentó al piano y empezó a tocar y a cantar todo El Mesías.

Cuando terminó, el médico dijo que nunca había escuchado algo así.

También le dijo que era como si el demonio hubiera estado en él, pero Händel le dijo que más bien había sido Dios.

Todo esto ocurrió en el 25 de Brook St.

Después Händel se fue a vivir a Dublín, donde se estrenó El Mesías.

Dicen que durante el estreno, en el Music Hall de Fishamble St, cuando empezó a sonar la música de El Mesías la gente se empezó a agrupar, porque no podían ellos solos con la fuerza de esa música.

Cuando empezó a sonar El Aleluya, una persona se levantó y los demás se levantaron a la vez, era como si quisieran estar más cerca de Dios.

Cuando terminó la música, empezaron a contar a todo el mundo que habían escuchado una música como no habían escuchado en su vida.

El Mesías se representó en Londres año tras año y todos los ingresos fueron a los presos de una cárcel y a los pacientes de un hospital, porque el músico nunca quiso cobrar dinero de esta pieza.

Händel murió en Londres, cuando estaba muy enfermo, el Viernes Santo de 1759, a los 74 años»

Mayfair, el barrio donde está esta casa.

Es el barrio más elegante de Londres, es espectacular.

En este post  Mayfair, 11 puntos ideales  puedes hacer un recorrido por lo mejor del barrio, que incluye 25 Brook St.