Londoners… la reina Isabel II del Reino Unido

23 noviembre, 2017

La reina de Inglaterra, Isabel

Isabel se convirtió en reina a los 26 años cuando su padre Jorge VI murió prematuramente.

Ella estaba felizmente casada con el superatractivo Felipe, el duque de Edimburgo, con el que sigue casada setenta años después, pero ya no tan felizmente.

Al superatractivo no le gustó nada su nueva situación de consorte, ya que hasta ese momento habían vivido como nadie.

Pero una vez que ella fue reina su vida cambió radicalmente y se llenó de obligaciones.

Para empezar, a él le dijeron que tenía que caminar unos pasos por detrás de ella, al fin y al cabo ella era la reina.

Además, Isabel II dio más prioridad a su trabajo como reina que a su matrimonio e hijos, que pasaron a un segundo puesto.

El hogar de la pareja

En un primer momento vivían en Clarence House, que es una casa preciosa que está al lado de Buckingham Palace, junto a Green Park.

Él dedicó todo su tiempo y esfuerzo a crear un auténtico hogar en Clarence House, decorándolo a todo lujo.

Gastó nada más y nada menos que 70.000£ en arreglarlo.

Pero cuando a ella la hicieron reina les obligaron a dejar Clarence House y a mudarse a Buckingham Palace, como todos los reyes del Reino Unido.

Los dos detestaban Buckingham Palace, un lugar que consideraban frío y muy lejos de ser un hogar.

El apellido de la familia real

Pero lo que fue más duro para el duque es que nadie aceptó que el nuevo nombre de la familia real fuera Mountbatten, que era su apellido.

Aunque en un principio la reina le dijo que iba a pelear para que eso fuera así, la verdad es que todos se llevaron las manos a la cabeza.

Entre todos convencieron a la reina de que el apellido de la familia real tenía que ser el que conocemos: Windsor, aunque ella fuera la mujer los hijos heredarían su nombre.

Eso, en esa época, debió de ser algo terrible para él, llegó a decir que se sentía como una ameba, ya que cualquier hombre del Reino Unido daría su apellido a sus hijos.

El tío Mountbatten

Detrás de todo este intento porque el apellido de la familia real fuera Mountbatten estaba el tío del duque, que manejó toda la situación desde el principio.

Y desde el principio quiero decir desde que Felipe no tenía donde caerse muerto y su tío lo encauzó para convertirle en alguien.

Al comienzo, su tío, el Mountbatten, lo hizo muy bien, ya que le recomendó que se metiera en la Marina para hacer buenas relaciones sociales y así acabó casándose con la reina.

Pero al final aspiró a demasiado y el tema del apellido le salió rana.

Dentro de poco tengo que hacer un Londoners con el marido de la reina porque tiene una biografía alucinante.

Los primeros años de reinado

Los primeros años de reinado fueron terribles para los dos, ella nunca tenía la aprobación de él y él estaba siempre furioso por la decisiones que tomaba la reina.

Al duque le dieron todo tipo de títulos absurdos para que estuviera contento, él los aceptó pero rechazó el de príncipe, no quería que la gente pensara mal.

Las obligaciones de la reina Isabel y el complejo de su marido porque no soportaba ser el consorte hicieron que la pareja se distanciara.

Además, la pelea por lo del apellido Mountbatten no ayudó.

Churchil y la reina

Mientras tanto Churchil asesoraba a la reina, ya que era su primer ministro.

Habían pasado todas estas cosas y la reina todavía no había sido coronada.

El motivo por el que no había sido coronada era muy sencillo.

Cuando murió su padre y heredó el título de reina ella era muy joven y su formación no estaba ni mucho menos completa.

El que estaba en ese momento de primer ministro era Winston Churchil que había sido elegido de nuevo, después de haber sido primer ministro años antes.

Pero Churchil estaba muy mayor y sabía que en cuanto pudieran su propio comité lo iba a largar.

Así que cuando se vio en esa situación con la joven reina decidió que iba a alargar todo lo que pudiera la coronación, porque mientras él la educara para reina nadie le iba a mover.

Así que decidió que la coronación sería dieciséis meses después de que ella heredó el título.

La coronación

Para animar a su marido y en contra de las costumbres de palacio, la reina nombró al duque presidente del comité organizador de la coronación.

El duque tuvo una idea explosiva e innovadora en ese momento que fue retransmitir en directo la ceremonia de la coronación por televisión.

Y aunque la idea pareció una locura a todos los organizadores de la coronación, la verdad es que fue una idea brillante que llevó a la monarquía a su mejores momentos.

Incluso volvió a colocar a Reino Unido como una primera potencia.

Es gracioso que a la gente le pareciera una vulgaridad el que la coronación se transmitiera por televisión cuando la de su padre se transmitió por la radio.

Ahora se considera algo normalísimo.

La princesa Margarita

Entonces llegó uno de los peores momentos de la reina a nivel personal y como reina, fue justo después de la coronación.

Como dije en el anterior post sobre la reina, ésta tenía una sola hermana, Margarita.

Margarita estaba saliendo de extranjis con Peter Townsend, el antiguo caballerizo de su padre.

Era muy guapo y atractivo, además héroe de guerra, era piloto.

Pero el pobre era plebeyo y, lo peor de todo, estaba divorciado.

Así que Margarita, le pidió a su hermana, que era la reina, que le dejase casarse con él.

La reina no quería otra cosa más que dejar que su hermana se casara con el hombre del que estaba enamorada, igual que hizo ella.

Pero las cosas se torcieron porque todo el gabinete estaba en contra de ese matrimonio, porque él estaba divorciado.

Así que después de mucho discutir le dijeron que la mejor salida era que Margarita esperara un par de años a tener 25 años y así podría decidir por su cuenta.

Peter Townsend se fue durante dos años a Bruselas y Margarita se quedó en Londres, estuvieron dos años sin verse.

Margarita cumplió 25 años y le dijo a la reina, su hermana, que ella había cumplido con su parte, que ahora ella tenía que cumplir con la suya y dejar que se casara.

Pero el gabinete no había sido del todo sincero con la reina y le dijeron que la Ley de Matrimonios Reales no permitía que una persona de la familia real se casara con un divorciado.

Todos pensaban que en esos dos años Margarita y Townsend se olvidarían de su amor.

Pero no fue así.

A la reina le dieron otra opción, Margarita se podría casar con Townsend si se iba  a vivir al extranjero y dejaba todos sus privilegios como hija de rey.

Se lo estuvo pensando, pero finalmente lo dejaron.

Toda la prensa y el pueblo estaba a favor de Margarita, lo que dejó bastante mal a la corona, les tacharon de retrógrados.

Peter Townsend dejó el país, se casó con otra mujer y tuvo dos hijos.

Margarita se casa

Margarita se casó años después con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, con quien tuvo dos hijos: David y Lady Sarah, que a su vez tuvieron dos hijos cada uno.

Los primeros años de matrimonio de la pareja transcurrieron en una apartamento de Kensington Palace, donde hicieron famosas sus fiestas con gente interesante.

Pero la princesa Margarita se divorció, tuvo varios romances, se volvió alcohólica  y la prensa acabó harta de su necesidad de protagonismo constante y de sus caprichos.

Murió a los 71 años de un accidente cardiovascular cerabral, en Londres.

Las infidelidades del duque

Pero vuelvo a los primeros años de matrimonio de la reina y su marido.

El duque estaba desesperado con su situación y empezó una lista interminable de infidelidades.

Estos líos fueron tan escandalosos y vergonzosos para la reina, salen hasta en sus biografías, que el príncipe tuvo que aprender a ser más discreto.

Para ser más discreto empezó a buscar sus amantes entre la aristocracia británica, así la prensa no podía enterarse de ellos.

La reina viendo que la cosa iba fatal le concedió a Felipe el título de príncipe del Reino Unido y dejó que el nombre de la familia fuera Mountbatten Windsor.

Las cosas se debieron de arreglar bastante en el matrimonio porque entonces fue cuando tuvieron a su hijo Andres.

Años más tarde nació su hijo pequeño, Eduardo.

Aunque las infidelidades del príncipe han continuado toda la vida.

Pero dicen que la reina y su marido siempre se han apreciado y que para él lo más importante es ayudar a la reina.

Él tiene un carácter bastante insoportable, pero por lo visto la reina lo controla bastante bien, mandándole callar si hace falta.

 

El annus horribilis

El peor año de la reina ha sido 1992, año que ella misma calificó de annus horribilis.

En 1992 Andrés se separó de Sarah Ferguson, su hija Ana consiguió el divorcio y todo el planeta se enteró de que su hijo Carlos envidiaba los tampones de Camilla Parker Bowles.

Además, ese año ardió una parte del castillo de Windsor y la popularidad de la monarquía bajó a mínimos.

Pero hoy en día con casi todos sus hijos divorciados y el futuro rey casado con su amante de toda la vida, la cual está divorciada, la reina tiene más popularidad que nunca.

Y es que Kate Middleton ha hecho un favorazo a la familia real con su popularidad que no se lo pueden creer.

Pero de sus descendientes hablaré en otro Londoners, porque éste está siendo eterno.

Si quieres leer la primera parte de este post:

Londoners… Isabel II, su vida antes de ser reina.

O si prefieres leer otro Londoners:

Marie Chantal Miller princesa de Grecia y Dinamarca.