Memorias de África, el libro

11 agosto, 2016

El libro de Memorias de África dibujo

El libro de Memorias de África es uno de esos libros que cuando los descubres te hacen feliz.

No hay duda de que Memorias de África es una de las mejores películas que se han hecho.

La historia es buenísima, los personajes tienen muchísima personalidad y son diferentes, la fotografía es espectacular, la decoración y el vestuario se salen de lo normal y la música…

Nada tiene que envidiar la música que compuso John Barry para la película al concierto para clarinete de Mozart, que también está incluido en la banda sonora.

Creo que es una película perfecta y, por desgracia, acabo de descubrir que algunas generaciones no la han visto.

El libro de Memorias de África

Esta película está basada en un libro magnífico que es Lejos de África, donde Karen Blixen, la protagonista de la película, escribió la historia de sus diecisiete años en Kenia.

No cuenta su historia de amor con Denys Finch-Hatton, como en la película, aunque habla muchísimo de él y se sabe que la historia existió.

Lo que cuenta en el libro es muchísimo más interesante que esa historia de amor.

Karen Blixen escribe muy bien, y cuando digo muy bien es que no es una de esas novelitas agradables, sino un libro buenísimo.

La narración empieza con esa famosísima frase con la que también empieza la película «Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong».

A esta frase le siguen unas cuantas páginas que para mi gusto son demasiado líricas y habla con demasiado detalle de la geografía de la zona.

Pero poco a poco va cogiendo un estilo maravilloso y se convierte en un libro precioso, de esos que te da pena que se acaben.

Por razones comerciales este libro se llama Memorias de África, aunque siempre ha sido Lejos de África.

La edición que yo tengo se llama Memorias de África y dentro vienen dos libros: Lejos de África, que es mucho más largo, y Sombras en la hierba, que es un libro muy cortito y muy bonito.

En este último libro habla de algunas de las personas con las que tuvo relación en su vida en Kenia, algunos de ellos salen en la película.

 

Karen Blixen, Isak Dinesen

Karen Blixen es la narradora y protagonista del libro, ya que lo escribe en primera persona.

Isak Dinesen es el seudónimo que usaba para escribir sus libros, también es la autora de El Festín de Babbette.

Es el papel que en la película interpreta Meryl Streep.

Es una mujer de muchísimo carácter, muy inteligente y con mucho estilo en su forma de vivir.

Por eso viajó hasta África con su porcelana y su cristalería danesas, por eso plantaba flores europeas a la entrada de su casa y por eso experimentaba recetas curiosas para sus visitantes y amigos.

Su granja se convirtió en uno de los iconos de los pioneros de la colonización de Kenia.

Muchísima gente importante del momento fue a visitarla, entre otros, el Príncipe de Gales.

Denys Finch Hatton y Berkeley Cole

Se hizo íntima amiga de Denys Finch Hatton (en la película interpretado magistralmente por Robert Redford) que acabó siendo su amante durante años.

Éste se dedicaba a los safaris y vivía en la granja entre safari y safari.

Como cuenta Karen Blixen en su libro, cuando el safari estaba acabando le enviaba un alto masai a la granja y le decía «Bedâr está de vuelta, estará aquí en dos o tres días»

También cuenta en el libro que su granja tenía mucho encanto para sus amigos, que eran grandes viajeros.

Berkeley Cole, otro de los iconos del colonialismo de esa primera época en Kenia llamaba a la granja «Mi retiro silvestre»

Cole iba a la granja cargado de vino y cigarros de la mejor categoría, pieles de las cacerías y discos de gramófono.

Ambos eran de lo mejorcito de Inglaterra. Aristócratas muy bien relacionados y con una formación impresionante.

Supieron valorar lo que Karen Blixen ofrecía en su granja: saber vivir.

Su vida en África

Karen Blixen fue a África con su marido, el barón Blixen con la idea de crear una granja.

Montaron una plantación de café, pero esto siempre les dio muchos problemas ya que la granja estaba más alta de lo que necesita café, lo que hizo que la cosecha nunca fuera la esperada.

El matrimonio acabó y ella se enamoró de Denys Finch Hatton con el que vivió una historia de amor que duró, creo, hasta que él murió.

Ella vivió enamorada de África y de toda su vida ahí, aunque tuvo muchos problemas, sobre todo económicos.

Se entusiasmó con sus kikuyu, de los que habla muchísimo en el libro.

Dejó África y su granja con una pena terrible y volvió a su ciudad natal, en Dinamarca.

Karen Blixen por Javier Marías

Javier Marías tiene un libro genial, Vidas escritas, que está escrito con mucha gracia.

En él hace mini biografías de escritores famosos.

Uno de estos relatos es el de Isak Dinesen, es decir, Karen Blixen, que la retrata como una anciana excéntrica y en el que cuenta una anécdota muy graciosa de la escritora con Marilyn Monroe y Arthur Miller.

Si quieres leer el relato de Javier Marías lo puedes hacer aquí, pero te recomiendo que te compres el libro y lo leas entero.

 

Memorias de África y yo

La semana pasada he estado en Kenia, concretamente, en Masai Mara, así que hace dos meses volví a leer el libro de Memorias de África y me volvió a encantar.

Leí este libro por primera vez hace veintitrés años, lo sé porque cuando lo saqué de la librería lo abrí y leí la fecha que le puse entonces «Abril 1993»

La película la he visto montones de veces, siempre  con muchísimas ganas, no me canso de verla y espero que sea así siempre.

Disfruto mucho de todo lo que he dicho al principio: la fotografía, la decoración, el vestuario, la interpretación de todos los personajes y la música.

Me encanta toda su banda sonora, me la pongo a veces para trabajar, mientras dibujo, porque es da mucho juego para trabajar.

La granja en África

La granja donde vivió Karen Blixen cerca de Nairobi se puede visitar, ya que la han convertido en un museo.

Cuando ella vivía en África, su granja estaba fuera de Nairobi, pero la ciudad ha crecido y todo el terreno forma parte de la capital.

Cuando ella vendió la granja ya sabía que los nuevos dueños la iban a dividir en parcelas, luego lo convirtieron en un barrio residencial que se llama como ella, Karen.

Su casa, en un primer momento, se convirtió en el casino de la zona pero con los años y la fama creciente de la escritora, Dinamarca compró la casa y la ha convertido en un museo.

Yo me he vuelto de Kenia con la pena de no haberlo podido ver por fata de tiempo pero me habría encantado.