Safari en Kenia: un paraíso llamado Cheetah Tented Camp

23 febrero, 2017

Safari en Kenia: un paraíso llamado Cheetah Tented Camp

Toda la vida habíamos querido hacer un safari en Kenia, pero siempre nos había echado atrás la idea de los safaris de ahora.

Mucha gente decía que habían sufrido caravanas y atascos con los jeep de tanta gente como había.

Otros decían que los safaris de ahora no tenían nada que ver con los de antes.

Y la verdad, es que teníamos una idea tan romántica del safari, que no nos atrevíamos a destrozarla probando uno cualquiera a la ligera.

Pero encontramos el safari en Kenia perfecto.

Durante casi una semana nos sentimos lejos de acumulaciones de gente, estuvimos casi siempre solos y felices, pero bien protegidos en todo momento, y estuvimos en un campamento maravilloso: el Cheetah Tented Camp.

Éramos cinco adultos y dos niños, y los siete fuimos felices todos los días, a pesar de nuestros miedos antes del viaje.

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Uno de los masai en el Cheetah Tented Camp.

Cheetah Tented Camp, excelente en Tripadvisor

Llegó una amiga diciendo que había visto un campamento en Kenia que tenía más de 100 opiniones en Tripadvisor y todas eran excelentes.

Era Cheetah Tented Camp, que en estos momentos tienen 188 opiniones en Tripadvisor y las 188 son excelentes.

Así que nos pusimos manos a la obra y hablamos con ellos, mejor dicho hablaron, porque yo no moví un dedo.

Y reservaron dos de las tres tiendas que tiene el campamento, para unos días del pasado mes de agosto.

Tumbonas junto a la mesa del desayuno.

Tumbonas junto a la mesa del desayuno.

Una cabaña en Cheetah Tented Camp.

Una cabaña en Cheetah Tented Camp.

Cheetah Tented Camp, la filosofía

El Cheetah Tented Camp lo montaron Jorge y Mariola en el Masari Mara, que es una reserva natural en el sudoeste de Kenia, junto al río Mara, en pleno Serengeti.

Lo que han pretendido Jorge y Mariola es conservar el espíritu de los safaris de hace un siglo, y lo han conseguido.

Lo han conseguido porque durante los días que estás ahí no ves una carretera asfaltada, un coche que no sea un jeep, una farola, una tienda, una valla publicitaria… y cualquier cosa que estés acostumbrado a ver.

Porque Masai Mara es así, totalmente salvaje.

En su lugar vas a ver leones, ñús, cebras, elefantes… y montones de animales.

Y Jorge y Mariola han trasladado esto a su campamento y han conseguido el paraíso.

La terraza de la cabaña desde la cama.

La terraza de nuestra cabaña desde la cama.

 

Despertar con los hipopótamos

Los días en el campamento son todos igual de maravillosos.

El primer día es tan estupendo que esperas que los demás sean exactamente iguales y, milagrosamente, consigues esa rutina.

Luego sales por ahí, por la reserva y esperas encontrar animales diferentes cada día, pero la vida en el campamento es siempre la misma.

Cada día te despiertas con el ruido de los hipopótamos, que están jugando en el río Mara, a los pies de tu tienda.

Pero te quedas, tranquilamente, en esa maravillosa cama con dosel, hasta que entran dos masai en la terraza, los ves a través de la malla que separa tu habitación de la terraza.

Muy tranquilamente dejan una bandeja con café y zumos en la mesa, se dan la vuelta, pero antes de irse, uno de ellos se agacha para coger los dos candiles enormes que dejan encendidos toda la noche.

Entonces sales de la habitación directa a la terraza y ves que estás en el paraíso, y te sientas en una de las butacas de la terraza y te tomas un zumo mientras miras el río.

Así empiezan los días en Cheetah Tented Camp.

 

El cocinero preparando cepes para el desayuno.

El cocinero preparando cepes para el desayuno.

Todo lo necesario para los revueltos del desayuno.

Todo lo necesario para los revueltos del desayuno.

La mesa del desayuno con vistas al río Mara.

La mesa del desayuno con vistas al río Mara.

 

El desayuno en Cheetah Tented Camp

El desayuno está en un jardín de la finca, donde tienen una mesa enorme con vistas al Mara, en la que hay mantequilla, Nutela y fruta.

En una mesa aparte, un cocinero vestido de blanco hace crepes y revueltos.

Así que cada mañana yo me tomaba dos crepes deliciosas con Nutella y zumo.

Después, iba corriendo a la habitación a pelear con mi tablet que se negaba a descargar las fotos de la tarjeta de mi cámara.

Hasta que Mariola me dijo que no me preocupara, que las podía descargar en su ordenador y de ahí pasarlas a mi disco duro.

En otro post contaré qué es lo que conviene llevar a Kenia.

Un jeep por Masari Mara.

Un jeep por Masari Mara.

El masai preparando nuestro picnic.

El masai preparando nuestro picnic.

Salidas por Masai Mara

Después del desayuno vas a ver Masari Mara.

Íbamos en dos Land Rover, tres en uno y cuatro en otro, conducen los Masai.

Cada día organizan una ruta diferente.

Un día vas a ver Masai Mara en general y ves todos los animales que puedes.

Otro día ves el cruce que hacen en el río Mara los ñus, es espectacular.

Otro día conducen bastante lejos para ver el único rinoceronte que les queda.

Pero ya contaré todo con más detalle en otro post, hoy quiero hablar solo del campamento.

E insisto, todo esto es naturaleza salvaje, no ves ni un solo símbolo de la civilización.

Y todos los días organizan un lunch estupendo, para el que los masai buscaban alguna lozalización bonita.

El lunch es muy sencillo pero toda la parafernalia alrededor de él, es alucinante: sillas de madera de director de cine, los masai preparándolo todo, una manta para echarse a dormir la siesta…

Y después del lunch a continuar por Masai Mara, viendo cosas que en tu día a día no ves.

Los masai descargan las sillas del picnic cuando llegamos al campamento.

Los masai descargan las sillas del picnic cuando llegamos al campamento.

Atardecer en Cheetah Tented Camp.

Atardecer en Cheetah Tented Camp.

El campamento al atardecer

Así que al atardecer llegas al campamento en el Land Rover, conducido por el masai con sus ropas rojas, por la pista de tierra, que hace la función de carretera.

Y sabes que te vas a encontrar con tu campamento, que está casi a tu disposición, porque lo forman tres cabañas maravillosas, no más.

Y llegas cansado, después de todo el día de acá para allá, buscando elefantes, leones y leopardos.

Te das una ducha, en el baño colonial de tu tienda, que es enorme y estupendo pero en el que no cierras la puerta, sino que echas la cremallera a su puerta tipo tienda.

Y es que el Cheetah Tented Camp está lleno de detallazos y de confort.

Y una vez duchada y con tu ropa limpia sales a la terraza de tu cabaña que, como ya he dicho antes, da al río Mara que está lleno de hipopótamos y puedes ver algún cocodrilo.

Los hipopótamos y sus crías están a solo unos metros de ti, están tan cerca y los vas a observar tanto que te darás cuenta de que las crías se apoyan en sus padres para que no se los lleve la corriente.

También averiguarás como hacen sus necesidades los hipopótamos, y esto lo descubrirás riéndote sin parar.

La barra de Cheetah Tented Camp por la noche.

La barra de Cheetah Tented Camp por la noche.

El momento mágico del campamento

Entonces llega el momento mágico del campamento, que en realidad son dos momentos mágicos.

El primero es cuando anochece, entonces vas a la cabaña central, que es muy grande y no tiene paredes.

Es un techo enorme de pajizo que a un lado tiene la mesa de comedor donde vas a cenar junto a una chimenea que encienden siempre cuando anochece.

Al otro lado, está la barra y ahí Mariola y Jorge ofrecen copas de vino, cada noche hacen palomitas de maíz y sacan algún aperitivo siempre buenísimo.

Y todos charlamos y hablamos de nuestro día y de más cosas, porque Jorge y Mariola son muy buenos conversadores.

Preparando el Land Rover para irnos de safari nocturno.

Preparando el Land Rover para irnos de safari nocturno.

El safari nocturno

Entonces llega el segundo momento mágico, que es cuando preparan un solo Land Rover y nos montan a todos juntos para un safari nocturno.

Preparan el coche, Jorge va al volante, uno de los masai va de copiloto y Mariola, que no viene, nos va dando todas las mantas que tiene a mano para que nos abriguemos.

Porque en Masai Mara, en agosto, refresca mucho por la noche.

Y Jorge te lleva de safari por la noche por los alrededores del campamento y ves, si tienes la suerte que tuvimos nosotros, leonas cazando.

Es espectacular.

Entonces, cuando termina, vuelves en el Land Rover al campamento y te espera la mesa puesta para todos, la chimeneas encendida y la cena.

La cena tiene siempre tres platos, servidos maravillosamente, y la conversación es siempre estupenda.

Cuando terminan la cena y la conversación, te vas por los caminitos del campamento hasta llegar a tu cabaña, que está iluminada por los dos candiles que han dejado los masai en el suelo de la terraza y lo iluminan todo como si estuvieras en Memorias de África.

Esos son los mismos candiles que recogerán mañana por la mañana, mientras tú estás desperezándote en la cama.

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Mariola y Jorge despidiéndose de nosotros en Cheetah Tented Camp.

 

Jorge y Mariola

Jorge y Mariola son el espíritu del campamento, consiguen que todo sea especial.

Ellos son españoles, pero toda su cohorte de keniatas es masai, y van con sus ropas masai todo el día por el campamento, lo que le da un toque muy especial.

Tanto Jorge, como Mariola tienen una grandísima sensibilidad para que todo resulte especial.

El campamento, Cheetah Tented Camp, tiene solo tres cabañas, podría tener muchas más, pero entonces ya no sería exclusivo y el ambiente ya no sería el mismo.

Pero ya no cuento más, porque no quiero  destripar demasiadas cosas.

Dejamos Masai Mara casi llorando, algunos llorando.

Y ahora somos conscientes de que somos unos privilegiados, porque hemos estado unos días allí.

Cheetah Tented Camp

www.cheetahtentedcamp.com
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