Nosotros no nos tuvimos que preguntar dónde cenar en Bogotá porque nuestros anfitriones en Colombia lo tenían muy claro.
Nos llevaron una noche a cenar y bailar a Andrés carne de res y otra noche a al Gaira Café, los dos alucinantes.
A mí lo que más me gustó de Bogotá fueron sus noches, que fueron muy divertidas.
Pero ve con cuidado, siempre en taxis del hotel, porque Bogotá sigue teniendo problemas de seguridad.
Andrés carne de res
Chía, Chia, Cundinamarca, Colombia
www.andrescarnederes.com
Nos encantó, nos lo pasamos genial.
Ha sido uno de los sitios más alucinantes y divertidos en los que he estado en toda mi vida.
Además, cenamos fenomenal.
Andrés carne de res es un sitio bastante difícil de describir, pero diré que es muy grande, todo en horizontal, porque tiene una sola planta.
Está hiperdecorado y te empiezas a reír desde el principio, desde que aparcas el coche en el parking, al ver su decoración, y eso que yo soy bastante minimalista.
Tiene espacios fuera, un sitio genial donde venden caldo, si te quedas mucho rato en Andrés bailando, a la salida lo agradecerás.
También puedes encargar, antes de la cena, un Ángel de ruta, que en realidad es un conductor que te llevará el coche de vuelta, así quedes beber tranquilamente.
Hasta que llegas a tu mesa haces un recorrido alucinante por Andrés carne de res.
Hay mesas fuera, pero te recomiendo una mesa dentro, es mucho más chulo.
Cuando llegas, por fin, a tu mesa, todo es alucinante: el menú graciosísimo, un aperitivo que no sabes realmente qué es y un ambientazo alucinante.
Te recomiendo que pidáis de todo un poco, nuestros anfitriones pidieron por nosotros y fue todo picoteo para todos, estaba todo buenísimo.
Pedimos, nos trajeron los aperitivos y entonces llegaron unos cuantos camareros y a una de mis hermanas la hicieron reina.
Le pusieron una corona, le tiraron confeti, le cantaron y los demás nos reímos muchísimo.
La cena estuvo buenísima y fue muy divertida.
Una de las cosas que hacen los colombianos es que a mitad de la cena se levantan y van a bailar salsa.
Los españoles somos más organizados y muchísimo más sosos, cenamos y luego bailamos.
Pero aunque vayáis solo españoles y aunque en un principio te dé mucha pereza, levántate en mitad de la cena y ve a bailar. Es mucho más divertido.
Después de un rato puedes volver a la mesa y seguir cenando, y luego puedes volver a salir a bailar. Así es la vida en Bogotá.
Y es que hay salsa sonando durante toda la cena, pero no tan alta que no puedas hablar en la mesa.
Cuando terminamos de cenar, estuvimos bailando un buen rato.
Y cuando terminamos de bailar, nos fuimos al coche con nuestro Ángel de ruta, cogimos el coche y nos fuimos al hotel a dormir.
Fue una noche memorable.
Gaira Café
Cra. 13 #96-11, Bogotá, Cundinamarca, Colombia
www.gairacafe.co
Nuestra última noche en Bogotá fuimos a Gaira Café y también nos encantó.
Es de Carlos Vives y muchas veces está ahí, aunque nosotros no le vimos.
Es un local grande, con unas cuantas plantas y en la planta baja, justo enfrente del escenario hay mesas grandes, donde la gente cena.
Nosotros no pudimos reservar mesa, pero nuestra anfitriona peleó y nos dieron un espacio arriba, no había nada de ambiente y el espectáculo se veía desde muy arriba.
Así que volvió a hablar con ellos y nos dieron una barra en la planta baja justo al lado del escenario. Todo un lujo.
Ahí empezó nuestra noche.
El espectáculo es alucinante, los actores del cabaré son buenísimos, además como hablan castellano se les entiende perfectamente.
Hablan un poco y cantan una canción famosísima pero con otra letra, o con la misma letra y esceneficando lo que cantan.
Ha sido el mejor cabaré que yo he visto. Buenísimo.
En esa barra que nos dieron junto al escenario pedimos unas cervezas y algo de picoteo.
Estaba muy rico.
Bailamos, nos reímos, cenamos y bebimos, eso sí, bebimos muy poco porque como ya conté en otro post, el alcohol en Bogotá sienta fatal, por el mal de altura.
Nosotros llegamos un poco tarde, porque volvíamos del campo y fuimos a ver las minas de sal… así que descansamos un poco cuando llegamos al hotel.
Pero te recomiendo que te arregles pronto y que veas el espectáculo desde el principio porque es genial.
Cuando terminó el espactáculo empezó una música que nos gustaba menos, así que nos fuimos al hotel.
En este sitio, se puede coger taxi tranquilamente, porque toman nota de las matrículas, y eso hace que no haya ningún peligro.