
El barrio del Raval es lo que antiguamente se llamaba el barrio Chino de Barcelona.
Mi madre estuvo estudiando unos años de joven en Barcelona, en casa de sus abuelos, y hablaba emocionada de sus escapadas a escondidas de noche al barrio Chino.
Y si se iba a escondidas con sus amigos a ese barrio era porque era peligroso y los barceloneses lo evitaban.
Pero la gente joven salía por algunos garitos, porque era una zona genial.
Así que cuando mis primos propusieron que nuestro paseo por Barcelona iba a empezar por el Raval, como lo llaman ahora, me alegré muchísimo.

Un grafitti en una puerta del Raval.

Bicis y grafitis en el Raval.
El Raval y sus problemas con las drogas
El Raval es un barrio del centro de Barcelona, del que están todo el día hablando por el problema de drogas que tiene.
Nosotros estuvimos hace poco más de un año, y no vimos el más mínimo problema, de hecho dicen que hay más problemas por la noche.
Así que te recomiendo que vayas por la mañana, siempre bajo tu responsabilidad y andando rapidito y vigilando quién va cerca de ti.
Además, recomiendan que no se te note que eres un turista, como yo, que iba haciendo fotos por todas partes con la cámara buena.

Un bar en la carrer del Notariat.

Jardins i Lluch.
El Raval, un paseo genial
Lo que tiene este barrio para los turistas es encanto, por sus calles estrechas y peatonales, sus fachadas color arena preciosas, todo mezclado con grafitis que le dan un aire muy especial.
En el barrio, además de este ambiente, podemos ver el MACBA, el Liceu, el mercado de la Boquería… así que no nos queda más remedio que entrar en el Raval.

El punto desde donde vimos La Rambla.

Una ventana de la Rambla.
Empezamos nuestro recorrido
Quedamos en la plaça de Catalunya, que está enfrente del Raval y desde ahí pudimos ver la Rambla a lo lejos.
Teníamos ganas de ir por ahí, pero nuestros primos nos dijeron que no, que eso estaba lleno de turistas, así que nos metimos por las callejuelas del Raval.
Luego nos alegramos muchísimo de este paseo.
Fuimos por la calle de Jovellanos y después por la dels Tallers, una calle estrecha, bonita y donde se pueden ver fachadas típicas de esta zona con la ropa tendida.
En esta calle vimos una tienda de alquiler de bicis,se llama Barcelona Ciclo Tour.

Placa carrer dels Tallers.

Una calle típica del Raval.

Entrada a tienda Chök.
Seguimos por callejuelas y plazas
Continuamos por Ramelleres, donde vimos una tienda de chocolates ideal y que tenía cosas riquísimas: Chök.
Una cosa que me encanta de toda esta zona es que vas andando por callejuelas pequeñas y, de repente, estas calles se abren en una plaza cuadrada con terrazas.
Esto pasa en esta calle de Ramelleres cuando llegas a la plaça Vicenç Martorell, donde se ven unas cuantas mesas con sombrillas.

Plaça VicenÇ Martorell.

Esquina con la calle d’Elisabets.

Cartel librería La Central.

Entrada a librería La Central.
Carrer d’Elisabets
Seguimos por Ramellers y cuando llegamos a d’Elisabets torcimos a la derecha y seguimos toda la calle hacia el fondo.
En esta calle encontramos La Central, que es una librería chulísima, en Madrid también hay y están siempre en unas localizaciones geniales.

Al fondo una instalación del MACBA.

Entrada a la instalación del MACBA.
Carrer dels Notariats
Cuando llegamos a esta calle nos metimos un poco para verla, aunque luego volvimos a d’Elisabets.
Y siguiendo todo recto por d’Elisabets vemos de frente el MACBA.

Fachada del MACBA.

En la plaça dels Angels.
El MACBA, Museo de Arte Contemporaneo
Cuando fueron las olimpiadas de Barcelona, una de las cosas que quisieron hacer fue que el barrio del Raval dejara de ser un barrio marginal.
Así que construyeron en el Raval el MACBA, el Museu d’Art Contemporani de Barcelona.
No entramos, porque queríamos ver muchas más cosas y no nos daba tiempo, pero por fuera el museo es espectacular.
Entramos a ver una de sus instalaciones que era muy sencilla y la vimos bastante rápido.

Un detalle en la plaça de les Caramelles.

Paseando por el Raval.
Seguimos nuestro paseo después del MACBA
El Macba está en plaça dels Angels, que es una plaza bastante grande con mucho que ver.
De aquí fuimos a la plaça dels Caramelles, continuamos por la carrer Peu de la Creu y la dels Angels.

Entrando en los Jardins de Rubió i Lluch.

Soportales en los jardins Rubió i Lluch.

Más jardines y una fuente.
Jardins de Rubió i Lluch
Y en medio de estas calles y plazas encuentras un paraíso, les Jardins Rubió i Lluc.
Es precioso, en estos jardines hay plantas, fuentes, edificios de otros siglos… es una gozada pasear por aquí.

Bicis en los jardins de Rubió i Lluch.

Otra puerta con grafitis en el Raval.

Otro detalle en una de las esquinas del Raval.
Mercado la Boquería
Pasamos los jardines y llegamos al mercado de la Boquería que es uno de los puntos más turísticos de Barcelona.
Es tan turístico que a veces se quejan los dueños de los puestos porque no hay quien venda.
Dentro puedes tomar el aperitivo o parar a comer algo, pero si es fin de semana estará hasta arriba.

Interior del mercado de la Boquería.

Esquina de la pastelería Escribá.

Una de las fachadas de La Rambla: casa de Bruno Cuadros.

Fachada del Liceu de Barcelona.

Ambiente en La Rambla.
La Rambla
Y de aquí ya fuimos a la Rambla, donde encontramos dos de las cosas más famosas de Barcelona: la pastelería Escribá y el Teatro del Liceo.
Esta pastelería Escribá no es antigua, se abrió en los años 80, pero está en un edificio modernistas precioso y sí lo parece.
La antigua es la primera que abrieron, también en Barcelona.
Mientras paseas por las Ramblas, aprovecha para fijarte en las fachadas de los edificios, son espectaculares.
Hay muchos edificios modernistas.
La fachada que a mí más me llamó la atención es la del edificio de las sombrillas en la fachada, que en realidad se llama, casa de Bruno Cuadros.
Por una calle que está a lado de este edificio seguimos nuestro paseo hacia el barrio Gótico y hacia el Borne, pero eso la lo contaré en otro post.
Documentándome un poco sobre el Raval he encontrado este post que me ha encantado, habla del Raval de la época de mi madre, el de los años 60.
También he descubierto a un fotógrafo genial: Joan Colom, que se dedicó a fotografiar todos los personajes del Raval.
Recorrido parte 2
El dibujo del Raval
Para ilustrar este post he dibujado las fachadas típicas de las casas del Raval.
Unas fachadas con persianas de diferentes colores, ropa tendida, cables…
Es la parte del Raval con la que me quedé.